¿Está tu organización lista para recibir una consultoría?

Si en este momento te pregunto cuán flexible es la organización en la que te desempeñas, ¿qué me dirías? -Escrito por Lucia Olivera-
Publicado el 26/09/2023

Si en este momento te pregunto cuán flexible es la organización en la que te desempeñas, ¿qué me dirías?. Al plantearnos esta pregunta, nos estamos refiriendo a un aspecto de la cultura organizacional de la empresa. Edgar Shein la definía como “aquel conjunto de creencias que comparten los miembros de una organización sobre cuál es la mejor forma de hacer las cosas, las cuales definen la visión que la empresa tiene de sí misma y del entorno”. Podemos decir que se trata de la personalidad y la manera de hacer las cosas que tiene cada organización.

Si volvemos a la primera pregunta que nos hicimos: la respuesta es que no, si no se cuenta con una determinada cultura. Existen algunos riesgos a la hora de permitir que un consultor externo a la organización nos ayude a alcanzar un nuevo nivel en nuestra empresa. Para ejemplificar, una actividad estratégica que puede tomar dos horas, se puede convertir en un proceso tortuoso de tres meses si la cultura organizacional no está preparada para ser permeada por nuevas ideas o no es lo suficientemente flexible.

Muchas veces, el hecho de aprovechar las propias bases de las empresas para mejorar sus procesos, depende de la habilidad que éstas tengan para adaptarse a nuevas modalidades y aceptar nuevas ideas.

El papel de la cultura organizacional en la consultoría

La cultura organizacional desempeña un papel fundamental en el éxito y la adaptación de cualquier proceso de consultoría. Las organizaciones que han cultivado una cultura flexible, abierta al cambio y a la innovación, estarán en una posición ventajosa para aprovechar al máximo los beneficios que ofrece un proceso de consultoría. Estas empresas tienen la capacidad intrínseca de absorber nuevos conocimientos, redefinir sus enfoques y ajustar sus estrategias de manera fluida, lo que les permitirá no solo implementar eficazmente las recomendaciones de los consultores, sino también evolucionar de manera constante para mantenerse competitivas en un entorno empresarial en constante cambio.

¿Qué debe tener en cuenta la organización para ser más permeable a un proceso de consultoría y así poder aprovecharlo al máximo?

Apertura al cambio: Una cultura que valora y está dispuesta a abrazar el cambio es fundamental. La consultoría a menudo implica sugerencias para mejorar procesos, estructuras y prácticas, por lo que una organización abierta al cambio será más receptiva a estas ideas.

Mentalidad de aprendizaje: Una cultura que valora el aprendizaje continuo y la mejora constante será más propensa a aprovechar el conocimiento y la experiencia de los consultores. La organización debe estar dispuesta a adquirir nuevos conocimientos y aplicarlos en su contexto.

Comunicación abierta y honesta: Una cultura que promueva la comunicación transparente entre todos los niveles de la organización creará un ambiente donde los empleados se sientan cómodos expresando sus ideas y preocupaciones, lo que facilita la colaboración con los consultores.

Enfoque en resultados: Una cultura orientada a los resultados valora los logros y está dispuesta a tomar medidas concretas para alcanzar metas. Los consultores a menudo ayudan a definir y alcanzar objetivos específicos, por lo que una cultura enfocada en resultados será más receptiva a su guía.

Colaboración y trabajo en equipo: Una cultura que fomente la colaboración y el trabajo en equipo será más propensa a aprovechar el conocimiento y la experiencia tanto de los empleados internos como de los consultores externos.

Liderazgo comprometido: Los líderes de la organización deben estar comprometidos con el proceso de consultoría y demostrar su apoyo activo. Su apoyo influirá en la actitud de los empleados y en la implementación exitosa de las recomendaciones.

Respeto por la experiencia externa: Una cultura que reconoce y valora la experiencia y la perspectiva de expertos externos estará más dispuesta a aceptar sus recomendaciones y adaptarse según sea necesario.

Tiempo y recursos adecuados: Una cultura organizacional que asigna el tiempo y los recursos necesarios para el proceso de consultoría demuestra su compromiso y su deseo de obtener resultados exitosos.

Resiliencia y capacidad de adaptación: Una cultura que es capaz de enfrentar desafíos y cambios externos de manera efectiva estará más preparada para incorporar y aprovechar la consultoría en su búsqueda de mejora continua.

En conjunto, estas características forman una base sólida para una cultura organizacional que pueda recibir un proceso de consultoría con éxito. Al incorporar estas cualidades, la organización estará mejor posicionada para aprovechar las recomendaciones y el conocimiento de los consultores externos y traducirlos en resultados tangibles y duraderos.

¿Has tenido experiencias donde la cultura organizacional impactó el proceso de consultoría? ¡Nos encantaría escuchar tu opinión! Y si deseas obtener más consejos y estrategias, síguenos en el LinkedIn de Quinta Disciplina Consultores. https://www.linkedin.com/company/quinta-disciplina/